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Las misteriosas Sierras de Chapala

Bosque tropical caducifolio

Este tipo de vegetación es muy distinta en la época de lluvia y durante las secas, pues cambia de un verde intenso a un café-gris, cuando los árboles pierden sus hojas. Es un bosque muy diverso, con árboles como el tepehuaje, rosa panal y amate, con una altura entre 5 y 15 metros, y de copa muy ancha, mezclados entre los árboles hay agaves y cactos, algunas de gran talla, como los pitayos.

También hay gran cantidad de hierbas (muchas medicinales) y enredaderas. Los animales están adaptados al ciclo de abundancia y escasez de este bosque. Muchos son nocturnos y algunos pueden ir bajo tierra en la temporada seca, tras acumular grasas en su cuerpo, como los zorrillos. Este bosque ha sido afectado en forma intensa por desmontes agrícolas, por quemas, sobrepastoreo de cabras y vacas. En la ribera norte del lago, principalmente por la fuerte urbanización.

Bosque de encino-pino

Es un bosque abundante en la Sierra del Tigre (al sur del lago) y en las partes altas de las demas sierras. La abundante hojarasca ayuda a mantener la humedad. del suelo.

Los árboles más comunes son el encino, de madera dura y hojas anchas; y el pino, cuyas hojas son delgadas (agujas) y es siempre verde. Otros árboles encontrados en este tipo de vegetación, aunque menos presentes son: plumerillo, abedul, pingüica y madroño.

Los animales que habitan este bosque incluyen aves carpinteros, venados, gato montés y puma, entre muchos otros.

Los encinos se emplean a nivel local para producir leña, carbón, y en actividades silvopastoriles debido a la fertilidad de su suelo, mientras que la madera del pino suele explotarse con fines comerciales.

Fotografía por Rafael Villegas

Los bienes de las sierras

Los bosques suministran una gran cantidad de servicios ambientales, como alimentos, plantas medicinales, y recarga de agua, los cuales son de vital importancia para el sustento de otros ecosistemas (ríos y lagos) además de asentamientos humanos.

Todas las zonas forestales (incluyendo los matorrales y praderas) tienen gran importancia porque captan agua que abastece cuerpos superficiales y mantos freáticos (subterráneos), además de retener el suelo y evitar la erosión. También son refugios de flora y fauna, además de prevenir desastres naturales y regular el clima de la región.

Por si fuera poco, captan dióxido de carbono del aire, reduciendo los efectos del cambio climático. Asimismo, brindan belleza estética y paisajística, espacios para la recreación y el ecoturismo, entre muchos otros beneficios .

Los bienes de las sierras

Los bosques suministran una gran cantidad de servicios ambientales, como alimentos, plantas medicinales, y recarga de agua, los cuales son de vital importancia para el sustento de otros ecosistemas (ríos y lagos) además de asentamientos humanos.

Todas las zonas forestales (incluyendo los matorrales y praderas) tienen gran importancia porque captan agua que abastece cuerpos superficiales y mantos freáticos (subterráneos), además de retener el suelo y evitar la erosión. También son refugios de flora y fauna, además de prevenir desastres naturales y regular el clima de la región.

Por si fuera poco, captan dióxido de carbono del aire, reduciendo los efectos del cambio climático. Asimismo, brindan belleza estética y paisajística, espacios para la recreación y el ecoturismo, entre muchos otros beneficios .

Nuestras amigas invisibles

Las raíces de las plantas, al encontrarse bajo tierra, suelen pasar desapercibidas. Sin embargo son de importancia vital: no sólo captan nutrientes para las plantas, también forman una fina y amplia red que retiene el suelo, evitando erosión y deslaves. Además, junto con la hojarasca seca, crean una especie de esponja que permite la infiltración del agua y la recarga de manantiales, arroyos y acuíferos subterráneos.

Por ejemplo, un solo árbol o un pitayo grande pueden retener 40 toneladas de suelo.

El agua subterránea

A lo largo de siglos y milenios, una parte del agua de lluvia se ha infiltrado en el suelo, hasta llegar a partes profundas, donde se acumula creando corrientes y depósitos, algunos gigantescos. Esta agua subterránea (acuíferos) es de vital importancia para la agricultura, la producción industrial y el consumo humano, surtiendo tanto a pequeñas localidades como a centros urbanos.

Los acuíferos más importantes alrededor del Lago Chapala son los llamados: Ocotlán, La Barca, Poncitlán y Chapala.

Las personas y la cuenca

La gente ha habitado los alrededores del lago durante miles de años, aprovechando la abundancia de agua y otros recursos. Actualmente cerca de 350 mil personas habitan en la zona (tanto que Jalisco como en Michoacán). Entre las actividades que se realizan en la zona están la ganadería, agricultura, turismo, producción industrial y comercio.

Asimismo 3 millones de personas en el Área Metropolitana de Guadalajara utilizan el agua del Lago Chapala todos los días, siendo el principal proveedor de líquido para la ciudad. Por tanto, el cuidado y conservación de este gigante lacustre corresponde no sólo a los habitantes de la ribera, sino también a los pobladores de Guadalajara.

Una cuenca no es sólo un espacio geográfico. Incluye ecosistemas complejos que cambian constantemente y que son afectados por las personas, que a su vez desarrollan sus actividades con base a los componentes de la cuenca: tipo de suelo, clima, paisajes, plantas y animales.

La cultura (creencias, tradiciones, valores y prácticas propias de la zona) de la región es rica, variada y vibrante, y se alimenta de la variada biodiversidad, los paisajes contrastantes y las formas de aprovechamiento del ambiente. 

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